Una pintura rupestre es todo dibujo o boceto prehistórico existente en algunas rocas y cavernas. El término «rupestre» deriva del latín rupestris, y éste de rupes (roca). De modo que, en un sentido estricto, rupestre haría referencia a cualquier actividad humana sobre las paredes de cavernas, covachas, abrigos rocosos e, incluso farallones o barrancos,entre otros.
Estas pinturas — y las otras manifestaciones asociadas — revelan que el ser humano, desde tiempos prehistóricos, organizó un sistema de representación artística, se cree, en general, que está relacionado con prácticas de carácter mágico-religiosas para propiciar la caza.
Uno de los rasgos más saltantes es que el carácter suele coincidir con una sílaba que posee significado. Esta es probablemente la causa de la idea errónea de que el chino es una lengua monosilábica. En realidad, la mayor parte del léxico chino moderno se compone de palabras bisílabas, entendiendo como palabra una unidad léxica que se puede combinar libremente en una frase. En el chino clásico se utilizaban muchas más palabras monosilábicas pero, aún así, no se sabe de ningún estadio de la lengua en que todas las palabras hayan sido monosilábicas. De hecho, existen términos bisílabos que se escriben con dos caracteres que sólo pueden aparecer juntos, como por ejemplo Putāngà (尷尬 /尴尬, "avergonzado") o jǔyǔ (齟齬 /龃龉, "altercado"). En estos casos, ni tan siquiera sería posible un análisis semántico o etimológico como unión de dos morfemas.
La escritura maya era un sistema logosilábico cuyo significado es discutido. Los símbolos individuales ("glifos") podían representar bien una palabra (normalmente un morfema) o una sílaba; a decir verdad, el mismo glifo confrecuencia podía usarse de las dos formas. Por ejemplo, el glifo calendárico MANIK’ se usaba asimismo para representar la sílaba chi. (Por convención se escriben las lecturas logográficas en mayúsculas y las lecturas fonéticas en cursiva (itálica).
Sobre esta piedra estaba grabado en dos lenguas, griega y egipcia y en tres escrituras, griega, demótica (derivada de la escritura hierática) y jeroglífica. Lo que en esta piedra se decía era un decreto de Ptolomeo fechado en 196 a. C. El francés Campollion, partiendo de esta inscripción, fue el primero en descifrar el enigma que habían significado hasta entonces los jeroglíficos y hacer un diccionario jeroglífico y una gramática egipcia.